Los cánones de belleza y perfección impuestos hoy en día por la televisión y la publicidad, crean necesidades y producen frustación en la gente ‘de a pie’. Y es que estos ideales son irreales y distorsionan la visión de la belleza y el triunfo. Nos hacen obsesionarnos en nuestros defectos y nos impiden ver nuestras ventajas.
Reconocer nuestros puntos fuertes
Aunque es muy dificil romper con estos estándares impuestos casi a la fuerza en nuestra sociedad, hay que aprender a visualizarnos y conocer nuestras cualidades y aprender a potenciarlas. Hay que saber como sacarnos partido sin renunciar a lo que somos, saber lo que queremos y lo que tenemos.
Para esto, podemos recurrir a amigos o familiares, que nos indiquen aspectos positivos en los que podemos destacar, tanto físicamente como en nuestro carácter. Una vez realizado este reconocimiento y aceptado como somos, ganaremos confianza y seguridad, y nos servirá como base para potenciar nuestras virtudes y minimizar o mejorar nuestros defectos.
Por otra parte, también hay que evitar al máximo las comparaciones, ya que esto nos producirá frustación e infelicidad. Todo el mundo tiene sus complejos, y una persona de la que envídias un cierto aspecto puede que envidie de ti otro aspecto diferente.
Mejorar nuestros defectos
Una vez reconocidas nuestras cualidades y aceptados nuestros defectos, podremos centrarnos en mejorar o minimizar éstos últimos. Esto implica tanto mejorarlos como impedir que nos condicionen. Para esto es importante mantener una autoestima alta y una visión positiva de la vida.
Para esto, existen dos vías, la física y la psicológica. La vía física es la más fácil de llevar a cabo, se trata de realizar deporte de forma regular y tener una dieta lo más sana posible. La vía psicológica es más dificil de cambiar, y requerirá un mayor esfuerzo. Hay que intentar ser activo aunque nos cueste, proponer planes, realizar actividades, relacionarse todo lo posible, etc…
Con esto conseguiremos la seguridad y la vivacidad necesarias para resultar más atractivos a las otras personas. Es un proceso largo y costoso, pero sólo nuestra constancia y motivación podrá conseguir resultados.